domingo, 27 de octubre de 2013

Semana 1

Hola a todos y todas.

Para los que no lo sepáis todavía: me he mudado a Mánchester a vivir una temporada. Ya sabéis, lo típico: intentar mejorar el inglés a la vez que busco trabajo por aquí en lo que vaya saliendo. Y claro, si en una de estas aparece un Trabajo de verdad, mejorar un poco el currículum.
Bueno, pasada la sorpresa inicial de los que no sabíais nada, os cuento como han ido estos primeros días.
Primera foto; hecha nada más aterrizar.

El viaje fue largo pero muy agradable. El domingo 20 salí de casa con las gafas de sol puestas por aquello de que no se vieran mucho las lagrimillas al despedirme de mi "abuela". Me monté en un autobús y como que no quiere la cosa, unas cuantas horas después aparecí en Madrid, en la casa de un gato llamado SWAT donde además viven (en pecado) dos buenos amigos.
A Mánchester llegué el lunes 21 con el soniquete que ponen en Ryanair cuando el vuelo llega a su hora. Estos primeros días estoy viviendo en el norte de Mánchester. La verdad es que se me fue un poco la mano con la distancia al centro de la cuidad porque tardo 45 min. en llegar, pero bueno: un desliz de principiante. Además, la habitación en la que estoy está bastante bien: la cama es cómoda y la casa muy cálida, cosa que se agradece porque empieza a hacer algo de frío.


Estos días básicamente me he dedicado a conocer la ciudad, modificar mi CV al gusto de los ingleses y sobre todo a buscar piso. El tema del piso me ha tenido más que entretenido… Lo de las agencias es de risa: ponen un anuncio y resulta que el precio final puede subir 20 o 30 libras en un momento (y aquí se paga por semana). Qué si “council tax”, que si “tv licence”, que si patatín, que si patatán. Ahora mismo estoy a la espera de contratar con un particular. Ya os contaré.

Las primeras impresiones a cerca de Manchester están siendo bastante buenas, pero son muy superficiales todavía. Os diré que hay gente “de todos los colores y sabores”.
En este momento (27 de octubre), lo que más me gusta de los ingleses es que en los baños públicos los secamanos REALMENTE SECAN LAS MANOS. Hay que reconocerles que ahí nos llevan siglos de ventaja.

Para cerrar esta entrada, voy a dedicar un momento a dar las gracias a todos los que me habéis preguntado cómo me iba, y también a los que me habéis pasado contactos de gente que vive por aquí para que no esté tan solo. Os lo agradezco un poco más cada día que pasa.