Zapatos, zapatos "everywhere"

¡Hola equipo!

Ya se que esta semana voy incluso más atrasao que la anterior ¿Qué le vamos a hacer? Resulta que para poder escribir un artículo necesito tiempo, energía y tranquilidad; cosa que esta semana ha escaseado. Desde el lunes pasado que colgué el último post he trabajado todos los días (¡TO-DOS!). No se si lo había comentado ya, pero aquí el horario comercial incluye los domingos...

Bien es verdad que podría haber escrito al llegar de trabajar, pero entonces no habría tenido tiempo para ¡¡COMPRAR BILLETES DE AVIÓN DESTINO ESPAÑA!! :-D

Una amiga me dio el chivatazo de que en febrero los billetes están muy bien de precio y aproveché para planear la primera visita a la familia. Ya estoy contando los días que faltan para verles.
Como ya he dicho, esta semana ha tocado trabajar un montón de días. Uno de esos días hubo un vendedor en la zapatería que se tomó un descanso más largo de lo habitual. Coincidencias de la vida, empezó a entrar gente y el chico del almacén tuvo que estar un rato en la tienda ayudando al otro vendedor a atender a todos los clientes. Esto dio lugar a la que fue mi PRIMERA VENTA. Una señora decidió que quería comprarse unas botas marrones, así que un servidor le fue llevando diferentes pares hasta que la buena señora se llevó estas:

Primera venta

Además de estas, también vendí un par de zapatos y un bolso, pero las que tienen el honor de ser las primeras son estas (Billingsa 28, por si os gustan y las queréis mirar en la web).
Por ir cerrando el tema laboral, creo que esta ha sido la última semana dura de trabajo. Ayer miré los horarios para las 2 próximas y mis horas bajan en picado. Buena cosa es. Así tendré tiempo de ir a clases de inglés (empiezo mañana) y de empezar a visitar algún sitio por aquí cerca (hay que ampliar horizontes :-D ).

Centrándonos ya en lo lúdico, deciros que el martes fui a ver tocar a la chica española que trabajó en la zapatería (de nombre artístico ELLE). El sitio donde tocó organiza "Noches de micro abierto": gente que sabe tocar (amateurs eso sí) tienen a su disposición el bar para poder tocar dos o tres canciones y que les escuche la gente. A pesar de no tener idea de música, disfruté como un enano escuchando a la gente. Me llamó mucho la atención un tipo que tocaba con la guitarra apoyada en sus piernas tal que así:

Una pasada, os lo digo yo. Gracias por invitarme.
La gente fue tocando y tocando... hasta que le llegó el turno a ELLE. Solo pude escuchar canción y media porque se iba mi último bus, pero la gente la acogió genial a pesar de ciertos problemas técnicos al principio ¡Hasta daban palmas al ritmo de la música!

Esto, niñas y niños, es lo que ha dado de sí la semana.

Espero ser más puntual la próxima.
¡Nos vemos!